Mi mejor amiga está en la otra punta del mapa, y faltan meses para que vuelva. Le mando e-mails y no me los reponde. Sus palabras son como una aspirina; siempre me calman (al releer esto no me gusta como suena). Mi tia sigue viviendo en mi casa, su marido la viene a visitar y se queda instalado todo el día (cuando en realidad tendría que ser al revés; nosotros ir a su casa a visitarla). El sábado a la madrugada sonó el teléfono, el corazón se me paro dos segundos (por dos motivos: a) mi hermana está por parir en cualquier momento b) mi abuelo regresó a su casa acompañado por el esposo de mi tia) ¿Quién era? Mi tio todo agitado, yo grité "¿Qué pasa? ¿Qué pasa?", me respondió "Pasame con tu tia", "¿Eh? está durmiendo" le dije. "Bueno mañana que me despierte 6:45". Sin entender nada, colgué. ¿No existen los despertadores? ¿Por qué mi tia te tiene que despertar? ¿No te das cuenta que la operaron y está viviendo en mi casa porque vos no te podes hacer cargo de ella y le vivis pidiendo que te atienda como un rey?. Sin palabras. Cada familia es un mundo, y por suerte, no convivo con la familia de mi tia. Lo más probable que mañana vuelva a su casa.
Con respecto a M., sinceramente creo que más allá del miedo, le queda un gusto amargo. Nuestro amor durante toda la secundaria no fue posible. Era una situación bastante complicada porque nos teníamos que ver todos los días. Nos queriamos, o nos odiabamos. Intentabamos algo o no nos hablabamos (nunca lo intentamos enserio) Cuando él me decia todo lo que sentía, me alejaba. Cuando él estaba en otra (con otra), yo sufría. Pero siempre vuelve. Cada año durante esos cinco años hubo historia con él. Para mi él me sigue viendo como la nena que daba vueltas, inalcanzable. Nunca me paso con ningún otro chico que con sólo una mirada, ya podia percibir lo que pasaba. Y ahora que lo tengo tan cerca (cuántas veces espere este momento) tengo miedo, pero a la vez tengo que afrontar esto. Tengo que descifrar qué hay detrás de él. Me puedo chocar contra una pared o todo lo contrario. Pero no me quiero quedar con el "que hubiera pasado si...". Tengo que verlo. Que estemos frente a frente, y por más que duela, de verguenza y temor...es la única manera de comprender qué nos pasa.